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Acerca de

¡Corten!

―Vamos a intentar hablar por turnos. A ver, ¿cómo mejoramos esto? ―preguntó el productor ejecutivo.


―Le falta sangre a la escena ―respondió Quentin Tarantino.


―Yo creo que se solucionaría con un viaje en el tiempo ―contestó Christopher Nolan.


―Tengo que preguntar a mi psicoanalista ―anunció Woody Allen.


―La actriz protagonista debe ser rubia ―argumentó Alfred Hitchcock.


―Bien, bueno, vamos avanzando ―añadió dubitativamente el productor―. Solo faltas tú… ¿podrías acercarte a nuestro lado y darnos tu opinión? ¿Por favor?


Una figura fantasmal se encontraba apoyada en la pared. Como si de un jinete pálido se tratase, el individuo avanzó lentamente hacia el corrillo de personas y dijo con una voz áspera y seca:


―¿Qué tramáis, directores? ―sentenció Clint Eastwood.

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